martes, 12 de mayo de 2009

Abuela Fidencia Villalobos

Mi bisabuela se llamaba Fidencia. Mujer que nació junto con el siglo XX pero que murió mucho antes que éste. Ella fue una sabia. Sabia mujer que le enseñó a su nieta, mi abuela, de la vida, su vida, por medio de sentencias y frases.

Si tradicionalmente se hace mención a los siete sabios de Grecia como pensadores de lo cotidiano y no tanto por su inclinación hacia lo eterno y lo meramente contemplativo puedo, así mismo, decir que mi abuela Fidencia fue una sabia en los menesteres de la practicidad.

Entre muchas sentencias, que no todas suyas, pero ¿alguien podrá decirme de quién son en realidad? tenemos una que dice, “es preferible ser puta del culo que de la boca. Pues si eres puta del culo, llegas a tu casa, te lavas y ya está. En cambio, si eres puta de la boca puedes incendiar un pueblo”

Faltando completamente a la definición que de puta, to, se tiene en la Real Academia, puta se entiende como “facilidad, promiscuidad, ligereza” cosa que no es en absoluto complicado de entender. Lo inteligible de la frase esta fuera de discusión.

Innegable es la verdad en dicha afirmación. Pues no es acaso de todos sabido que de una lengua muy floja (qué no perezosa y sí muy ligera para soltar palabras y más palabras) salen más mentiras que verdades. Preferible es una cosa que la otra.

Una palabra mal dicha hace más daño que una acción. Y cae por el suelo eso que otros dice que “vale más una acción que mil palabras”… Depende de qué acción y también de qué palabras.

Por lo pronto yo sigo pensando en la sabiduría de una mujer analfabeta, sangre de mi sangre, que corrompida por sus tiempos y sus espacios pudo llegar a transmitir lo que la vida le enseño de la peor forma.

Fidencia Villalobos. Mujer. Zapoteca. Istmeña. Madre. Abuela. Soltera. Trabajadora. Católica. Fortísima. Sabia.

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